Fallas humanas, caída del suministro de energía eléctrica, problemas en la infraestructura tecnológica, desastres naturales…. La operatoria de una organización puede verse interrumpida por diferentes factores. Diseñar un plan de continuidad del negocio es fundamental para hacer frente a estos imprevistos y mitigar las consecuencias negativas que pueden generar.
Hoy, lo importante es estar preparados
A pesar de que muchas empresas crean lo contrario, la seguridad total y permanente no existe. ¿Por qué lo decimos? Simple: ninguna compañía, independientemente del rubro al cual se dedique, está exenta de sufrir una parada no planificada de sus operaciones.
La interrupción de los servicios puede deberse a causas naturales, como desastres climáticos, así como también a errores humanos, caída del suministro eléctrico e incidentes de seguridad IT. En los últimos años, las organizaciones han puesto especial atención a los ciberataques, ya que el aumento del trabajo remoto y del uso de dispositivos con tecnología IoT aumentan las probabilidades de sufrirlos.
Dado que es imposible evitar las interrupciones, las empresas deben focalizarse en diseñar un plan de continuidad del negocio que permita mantener la funcionalidad a un nivel mínimo aceptable durante una contingencia o evento disruptivo.
Este instrumento —que pone de manifiesto cuáles son las acciones, los procedimientos y los protocolos a seguir ante una caída del servicio y establece sistemas de prevención y recuperación ante desastres— es clave para lograr que la compañía sea ciberresiliente.
La ciberresiliencia es la capacidad que tiene una organización de prepararse, responder y recuperarse rápidamente luego de haber sufrido una interrupción o amenaza a su seguridad, retomando su operatoria.
6 pasos para diseñar un plan de continuidad del negocio
Diseñar un plan de continuidad de negocio es una tarea que, si bien puede parecer difícil de ejecutar, se torna más sencilla cuando se la divide en etapas.
Primer paso: Relevamiento
Abordar un proceso de continuidad de negocio en empresas complejas a nivel organizacional supone bastante tiempo y esfuerzo. Por eso, lo primero que hay que hacer es determinar el alcance del proyecto haciendo un relevamiento de cada una de las áreas que componen la organización con el objetivo de entender cuáles son las más vulnerables o importantes, para centrarse en ellas.
En este punto, es clave entender cuál es el modelo de negocio que manejan y las características de la infraestructura y de las soluciones tecnológicas con las que cuenta.
Segundo paso: Definición del negocio
A continuación, es preciso realizar un análisis de impacto en el negocio para determinar la criticidad de los procesos. Esto consiste en estudiar el impacto financiero, operacional, reputacional, normativo y legal que tendría la interrupción de un proceso en un plazo determinado de tiempo.
Durante esta fase se establecen dos parámetros:
- RTO (Recovery Time Objective): Es la ventana de tiempo aceptable para restablecer un proceso sin afectar la continuidad del negocio.
- RPO (Recovery Point Objective): Es el punto de recuperación aceptable vinculado con la pérdida máxima de datos admisible entre el último backup y el incidente que motivó la interrupción.
Tercer paso: Propuesta de ajustes
Una vez hecho el relevamiento de las áreas y los procesos críticos, es preciso hacer una propuesta de ajustes con la finalidad de aumentar la resiliencia tecnológica en el escenario operativo.
Esto implica crear una lista de los posibles incidentes a los que está expuesta la organización para determinar el nivel de riesgo de cada amenaza, su probabilidad de ocurrencia y el impacto que tendría si se produjese.
En función de esto, se diseña una propuesta de ajustes que explique cómo tratar los riesgos, dejando en claro cuáles son los controles que ayudan a reducir la probabilidad de que surjan incidentes.
Cuarto paso: Definición de estrategia de recuperación
El próximo paso para diseñar un plan de continuidad del negocio consiste en definir la estrategia de recuperación. Para esto, se eligen las acciones necesarias que se implementarán en caso de desastre y se crea una planificación de crisis que documente toda esta información.
Este plan establecerá cuándo actuar y cómo hacerlo, a la vez que dejará en claro quiénes serán los responsables de la ejecución de cada estrategia. Determinar a quién llamar en cada categoría de incidente ayuda a evitar situaciones que podrían empeorar el escenario, como la inacción o la toma de decisiones improvisada.
Quinto paso: Revisión y aprobación
La quinta fase consiste en asegurarse de que los cursos de acción sean los correctos para que no haya sorpresas cuando ocurra un imprevisto.
Para eso, es preciso realizar revisiones y auditorías del plan de continuidad para garantizar que las medidas que establece sean correctas y ayuden a alcanzar los objetivos propuestos. Este paso contribuye a la mejora continua de la planificación.
Sexto paso: Prueba operativa
Por último, se debe poner a prueba el plan de continuidad del negocio diseñado para garantizar que la organización pueda restaurarse rápida y eficazmente antes una disrupción.
Una vez realizada la prueba será posible realizar informes que compilen los resultados y ayuden a identificar errores o puntos de mejora.
Ärton, la continuidad de negocio como servicio
Cada vez más organizaciones entienden que contar con un plan de continuidad del negocio es clave para saber cómo actuar ante desviaciones producidas por una disrupción de los sistemas tecnológicos. Sin embargo, muchas de ellas usan planificaciones on-premise que, como no son evaluadas de manera continua, pierden efectividad o resultan totalmente inaplicables.
Ärton, nuestra solución de Continuidad de Negocio como Servicio, les permite a las empresas garantizar la disponibilidad de sus procesos críticos de negocio, anticipándose a desviaciones producidas por una posible disrupción y evitando así situaciones de riesgo pongan en jaque su línea productiva.
Gracias a ella, las organizaciones alcanzan diferentes beneficios:
- Disminución del riesgo y de posibles anomalías y disrupciones
- Reducción de costos por eventos inesperados
- Mejor aprovechamiento de sus recursos tecnológicos
- Claridad y previsibilidad de costos
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