Una interrupción no planificada de las operaciones de una organización puede afectar su estabilidad, impactando negativamente sobre su rentabilidad y su relación con clientes y otros participantes del mercado. La resiliencia operativa se revela como un objetivo estratégico para hacer frente a escenarios imprevistos.
Resiliencia operativa: continuidad de negocio y algo más
Quizás hayas escuchado en alguna oportunidad el término “resiliencia empresarial”, concepto asociado a la capacidad que tiene una compañía de recuperarse luego de estar expuesta a riesgos financieros, crediticios o de mercado.
En el mismo sentido, cuando hablamos de resiliencia operativa, nos referimos a la habilidad que tiene una empresa para realizar operaciones críticas y mantener sus procesos de negocio y los servicios fundamentales incluso cuando sufre una interrupción que afecta a su infraestructura IT, sus instalaciones o sus datos.
Una organización resiliente en términos operativos tiene la capacidad de continuar con su misión y de aprovechar las oportunidades, aun cuando se encuentra con circunstancias adversas que no pueden ser previstas; por ejemplo, errores humanos, incidentes de seguridad o crisis financieras o económicas.
Si bien es importante verificar el ambiente de riesgo en el cual se encuentra una determinada organización, dado que la resiliencia operativa no puede ser establecida en función de lo que no ha acontecido o no se conoce, es fundamental estimar cómo se va a comportar la empresa cuando se genere una modificación en los riesgos latentes.
Por lo tanto, la resiliencia operacional incluye tres conceptos confluyentes: seguridad de la información, continuidad del negocio y operaciones en las áreas de IT. Para que una empresa sea realmente resiliente, estos elementos deben ser gestionados en conjunto, contando con datos convergentes y métricas que permitan analizar su impacto de manera integral.
Conseguir una resiliencia operativa efectiva implica combinar los siguientes elementos:
Prevención y control ante interrupciones
Esto implica adaptar los diferentes sistemas y procesos operativos para que sea posible continuar dando servicio en el caso de disrupciones, recuperarse para continuar operando normalmente cuando finalice el incidente, aprender de los eventos acontecidos para evolucionar en la protección y mantener una comunicación eficaz con todas las partes interesadas.
Adecuación de planes y protocolos
A su vez, las organizaciones necesitan asegurarse de tener una planificación adecuada para hacer frente a disrupciones de manera efectiva.
Los protocolos deben incluir acciones diversas, tales como gestión de riesgo de la cadena de suministro, medidas de mitigación, ciberseguridad, controles de la seguridad de la información y de la protección de los datos, planes de comunicación y gestión de crisis, planes de recuperación ante desastres y de continuidad del negocio, entre otras cuestiones.
Implementación de un sistema de información y supervisión adecuado
Asimismo, es fundamental que desarrollen un sistema de gestión de la información que guíe a los responsables de cada área y les permita supervisar el funcionamiento operacional para obtener una resiliencia operativa adecuada.
Este punto incluye realizar un análisis de tendencias, medir la actividad, obtener información de diversas fuentes, y evaluar la probabilidad de interrupciones y su impacto potencial.
Potenciá la resiliencia operativa con un plan de continuidad de negocio en la nube
Tal como mencionamos, para lograr ser resilientes en términos operacionales, las organizaciones necesitan contar con plan de continuidad del negocio, instrumento que explicita la estrategia y determina las acciones a seguir cuando ocurre una interrupción no planificada de sus actividades.
Algunas empresas despliegan planificaciones on-premise, creyendo que se trata de una solución adecuada que ayudará a hacer frente a imprevistos de manera efectiva. Sin embargo, estas herramientas —que son costosas y de difícil implementación— pueden ser útiles en un determinado momento, pero, si no son actualizadas frecuentemente por personal especializado, perderán efectividad.
Dado que cada hora —o minuto— de interrupción operativa implica pérdidas de dinero, de información y de credibilidad frente a partners y clientes, las compañías necesitan optimizar su resiliencia operativa poniendo en marcha un Plan de Continuidad de Negocio que se ejecute como servicio (BCPaaS) y se base en entornos cloud.
La implementación de un BCPaaS permite:
Reducir la carga de trabajo del sector IT
Ya que los responsables de las áreas tecnológicas no deben responsabilizarse por la ejecución de tareas relacionadas con el plan de continuidad del negocio y, en consecuencia, pueden dedicarse a funciones de mayor valor que potencien el negocio.
Disminuir los costos
El modelo BCPaaS no requiere inversiones iniciales en infraestructura IT, ni tampoco compra de licencias, servidores ni software, lo que reduce los costos e impacta positivamente en el presupuesto organizacional.
Aumentar la velocidad
La puesta en marcha de un plan de continuidad de negocio en la nube proporciona mayor agilidad y fiabilidad que una planificación on-premise, ya que elimina los procesos manuales y los convierte en flujos de trabajo automatizados e inteligentes.
Lograr escalabilidad sin fisuras
Los datos son ubicuos; por eso, cuando ocurre una interrupción, los fallos aparecen en múltiples locaciones. El modelo BCPaaS impulsa la resiliencia operativa porque, como es una solución cloud, puede ser escalado a demanda con los niveles de seguridad necesarios.
Ärton: un plan de continuidad de negocio hecho a tu medida
En la actualidad, las organizaciones están expuestas a diversas situaciones que pueden dejar fuera de servicio una parte de la infraestructura tecnológica. Cuando estos imprevistos afectan un proceso crítico de negocio pueden producirse pérdidas no solamente económicas, sino también de reputación y credibilidad.
Ärton, nuestro servicio de diseño e implementación del Plan de Continuidad de Negocio como Servicio, permite que las empresas estén preparadas para garantizar la disponibilidad de sus procesos críticos de negocio, anticipándose a desviaciones producidas por una posible disrupción y evitando, de esa manera, situaciones de riesgo que afecten su línea productiva.
Para reducir el impacto catastrófico, gestionamos el servicio de implementación del plan de continuidad considerando la alta disponibilidad, las operaciones continuas y la recuperación ante desastres dentro de plazos aceptables para cada compañía.
¿Qué esperás para potenciar la resiliencia operativa en tu empresa con una solución que se adapte a tu modelo de negocio? Entrá en contacto con nosotros y conocé más sobre Ärton.