Adoptar modelos de cloud computing mejora radicalmente la gestión de la infraestructura IT de las organizaciones. Por eso, son cada vez más las que los implementan. Sin embargo, a menudo, garantizar la ciberseguridad en la nube supone un enorme reto.
¿Cuáles son los principales desafíos que encuentran las empresas al momento de proteger los datos, los sistemas y las aplicaciones en entornos cloud? ¿Por qué tener un plan de continuidad de servicios es fundamental? Te lo contamos en esta nota.
Ciberseguridad en la nube: no bajar la guardia
De acuerdo con un informe sobre cloud computing realizado por Foundry, el 69% de las organizaciones han acelerado su migración a la nube en los últimos meses. A su vez, se espera que el porcentaje de empresas que cuentan con la mayor parte o toda su infraestructura IT localizada en entornos cloud pase del 41% al 63% en los próximos 18 meses.
¿Por qué las compañías migran hacia la nube? Debido a que es un entorno que brinda amplios beneficios. Entre los más valorados, podemos destacar los siguientes:
- Costos de implementación reducidos
- Mayor flexibilidad y escalabilidad
- Mayor agilidad
- Movilidad
- Fomento de la colaboración y de los entornos colaborativos de trabajo
- Mayor control presupuestario, gracias a los modelos basados en el pago por uso
En líneas generales, la nube ayuda a las organizaciones a lograr un crecimiento sostenible en los ingresos, tal como manifestó el 60% de los responsables de la toma de decisiones IT consultados por la pesquisa.
Ahora bien, la adopción de este entorno no está libre de retos. Los mayores obstáculos que las empresas encuentran al momento de implantar su estrategia cloud tienen que ver con garantizar la seguridad y la privacidad de los datos, y con la falta de expertise y experiencia de los recursos IT en términos de ciberseguridad en la nube.
Los retos de la ciberseguridad en la nube
Para que puedan aprovechar al máximo los beneficios que aporta adoptar los entornos cloud, es fundamental que las empresas conozcan los desafíos de la ciberseguridad en la nube. Y, por supuesto, que pongan en marcha medidas y herramientas para sortearlos con éxito.
Identificación y autenticación de los usuarios
La gestión de la identidad y de los accesos es un punto crítico en términos de ciberprotección. Permitir que cualquier perfil de usuario acceda a todos los recursos no solo compromete la confidencialidad de la información, sino que deja vulnerable la integridad de los datos.
Por eso, las organizaciones necesitan establecer políticas de identificación y autenticación robustas que se basen en el modelo de Zero Trust, verificar permanentemente la identidad de los usuarios y los dispositivos, y denegar accesos a aquellos que no necesiten visualizar determinados registros o aplicaciones.
Protección de los datos y gestión de credenciales
Otro reto frecuente de la ciberseguridad en la nube tiene que ver con la administración de las credenciales y la protección de la información. Si los datos no están resguardados, las contraseñas no se almacenan adecuadamente y los mecanismos de autenticación son deficientes, aumenta la vulnerabilidad de la infraestructura.
Las organizaciones deben asegurarse de que los datos estén encriptados y protegidos mediante el uso de sistemas de autentificación en 2 pasos o multifactor y soluciones de gestión de contraseñas.
Fallas en la infraestructura
La seguridad al 100% no existe. ¿Por qué? Debido a que, a pesar de que tomen medidas para evitar errores u omisiones, ninguna empresa está libre de ser víctima de ataques cibernéticos, desastres naturales o errores humanos.
Por eso, las fallas en la infraestructura son uno de los desafíos principales. Para mitigarlas, es fundamental contar con un plan de continuidad de negocio que aporte directrices claras sobre cómo actuar ante desastres para recuperar rápidamente la operatoria.
Errores humanos
De acuerdo con un estudio reciente de IBM, el 95% de las brechas de ciberseguridad en las empresas tienen su origen en los errores humanos. Estas equivocaciones pueden surgir por negligencias causadas por falta de atención, cansancio o distracciones, o por la toma de decisiones erróneas, vinculadas a la falta de conocimientos, habilidad e información.
Sea cual fuere el motivo, está claro que estos errores dejan vulnerables las redes, los sistemas y los datos de las organizaciones. Por eso, es imprescindible propiciar una cultura de la ciberseguridad que incluya capacitaciones sobre riesgos, amenazas y mecanismos de prevención y actuación ante ataques para todos los colaboradores.
Cumplimiento normativo
Otro de los desafíos de ciberseguridad en la nube tiene que ver con la necesidad de cumplir con las regulaciones de privacidad y seguridad de los datos vigentes.
Para evitar inconvenientes con los organismos de control, sanciones, problemas legales y caídas en su reputación de cara a los usuarios, las organizaciones deben prestar especial atención a la normativa y cumplir con todos los requisitos y mecanismos para garantizar el compliance.
Gestión de riesgos
Finalmente, gestionar los riesgos de seguridad que pueden presentarse en los entornos cloud es otro de los retos más habituales. Para anticiparse a eventuales incidentes, es clave que las empresas implementen políticas y procedimientos que permitan identificar, analizar y administrar los riesgos.
Monitorear y verificar permanentemente las actividades de los usuarios y los dispositivos es imprescindible para detectar tempranamente las posibles amenazas.
La importancia de contar con un plan
Como mencionamos, una de las formas de mitigar los efectos negativos de una brecha de ciberseguridad en la nube es contar con un plan de continuidad de negocio que explicite cuáles son las acciones y medidas a implementar cuando ocurre una interrupción del servicio no planificada.
Dado que garantiza una vuelta a la normalidad rápida, efectiva y libre de grietas, este instrumento es clave para mitigar las pérdidas económicas, garantizar el cumplimiento normativo y cuidar la reputación empresarial.
Ahora bien, muchas organizaciones poseen planificaciones on-premise que, aunque son efectivas, suelen ser costosas y de difícil implementación, sobre todo si el personal IT no está especializado. Para evitar estos inconvenientes, lo mejor es contar con un Plan de Continuidad de Negocio como Servicio (BCPaaS) como Ärton, nuestra solución.
Un BCPaaS ofrece estas ventajas:
- Mayor velocidad y fiabilidad
- Menores costos
- Menor carga de trabajo para los recursos IT
- Redundancia y escalabilidad sin fisuras
Ärton permite que las compañías garanticen la disponibilidad de sus procesos críticos, anticipándose a las desviaciones producidas por una posible disrupción y, de esta forma, evitando situaciones de riesgo que amenazan la línea productiva.
Además, la solución nunca queda obsoleta, ya que se ajusta a la situación actual de la infraestructura y las soluciones tecnológicas sobre las que opera el negocio.
¿Qué esperás para implementar un instrumento que te ayude a garantizar la ciberseguridad en la nube en tu organización? Contactanos.